Café Majavita, de la Universidad Libre para el mundo
Conseguir que lo aprendido en el aula de clases se extrapole a la realidad para impactar positivamente a una comunidad es el anhelo de profesores y estudiantes. N0 es una tarea fácil, especialmente cuando se piensa en proyectos de gran magnitud. Sin embargo, el trabajo en equipo y la dedicación de un grupo de alumnos dela Universidad Libre, seccional Socorro, en Santander, logró materializar una ambiciosa idea que nació con el propósito de desarrollar tecnologías para la transformación de cafés dela más alta calidad y de darle un valor agregado a la producción del grano en la región.
Todo comenzó en 2005, cuando la Asociación de Cafés Especiales Kachalú y el Comité Municipal de Cafeteros del Socorro se interesaron porque las fincas de la zona fueran certificadas como productoras de cafés especiales. La universidad quiso participar en el diagnóstico de 18 fincas, dentro de las cuales se encontraba Majavita, de propiedad de la institución.
Tres años después se consolidó una línea de investigación denominada Universidad Empresa, que culminó con el montaje de una planta para la torrefacción del café producido por la hacienda Majavita y la implementación de un laboratorio de evaluación sensorial. Actualmente, explica Edis Mauricio Sanmiguel Jaimes, docente líder del proyecto, la planta transforma el café, que es 100% 0rgánico y viene en presentaciones de 500 gramos, y 10 distribuye a las diferentes sedes de la Universidad Libre bajo la marca Café Majavita.
“La participación activa de los estudiantes ha enriquecido el proyecto. Además, los conocimientos adquiridos en el aula terminaron aportando al desarrollo de uno de los productos bandera en las exportaciones colombianas”, asegura Jaimes.
Y agrega que “muchos alumnos tienen vínculos con el sector cafetero y encuentran que este proyecto puede solucionar problemas técnicos, de mercadeo, manejo ambiental y emprendimiento”. Por eso, vienen de distintas carreras como ingeniería ambiental, Contaduría, derecho, administración y ciencias jurídicas.
El nuevo desafío es desarrollar el producto en todas sus dimensiones, segmentarlo hacia el mercado joven para llevar una nueva experiencia de consumo y abrir tiendas de Café Majavita con el eslogan “De la planta a la taza”, con el que también fue bautizado este proyecto.
Artículo publicado en el diario El Espectador el 29 de abril de 2012