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Científicos analizaron durante un año el aire “enfermo” de Bogotá

La concentración promedio anual de PM10 fue de 37 ug/m3, lo que está cerca de duplicar los niveles máximos de exposición recomendados por la Organización Mundial de la Salud (20 ug/m3).


El lugar que el ingeniero ambiental Omar Javier Ramírez eligió para instalar la estación de monitoreo de aire que necesitaba para su investigación de doctorado fue el campus de la Universidad Libre, justo al lado del Jardín Botánico de Bogotá. Necesitaba un lugar lejos de grandes vías o industrias contaminantes. Un lugar que reflejara el aire que puede respirar un ciudadano promedio.

Bogotá tiene un sistema de monitoreo de aire que solamente mide la concentración de material particulado. El trabajo que lideró Ramírez junto a un grupo de investigadores de la Universidad de Huelva (España), el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) de Barcelona, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad Libre, es el primero en la ciudad que analiza la composición química del material particulado menor a 10 micras (PM10) durante un año continuo.

Los resultados publicados en la revista internacional Environmental Pollution del Reino Unido ratifican la mala calidad del aire que respiran los bogotanos. La concentración promedio anual de PM10 fue de 37 ug/m3, lo que está cerca de duplicar los niveles máximos de exposición recomendados por la Organización Mundial de la Salud (20 ug/m3).

“Esto es preocupante porque se midió en un punto con baja influencia de fuentes contaminantes lo que nos permite afirmar que esta es la situación de fondo en esta zona de la Ciudad, pero pueden existir escenarios más críticos en otros sectores”, explicó Ramírez.

Gracias a la duración del estudio, fue posible entender mejor las variaciones del material particulado en distintas épocas del año. “Encontramos concentraciones diarias de PM10 muy altas (160 ug/m3) en enero de 2016, lo que puede asociarse a los incendios forestales registrados”, explicó el autor, “esto indica cómo estos eventos, que ocurren en un extremo de Bogotá, tienen un amplio nivel de afectación espacial, incluyendo el occidente de la Ciudad. Pero también indica cómo podemos estar expuestos a altos niveles de este contaminante, y nos enteramos de la situación tiempo después”.

¿Qué contiene el material particulado que respiran los bogotanos? Ramírez y sus colegas trasladaron las muestras a los laboratorios de la Universidad de Huelva para analizar el comportamiento de 65 componentes inorgánicos de las partículas respirables (PM10).

Se encontró que el 51% del PM10 corresponde a partículas de carbono provenientes de combustión y se identificó que la principal fuente de contaminación de PM10 es el tráfico, asociado al escape de gases y a la resuspensión de polvo. “Esto indica la importancia de avanzar en procesos de reconversión tecnológica y, a corto plazo, en sistemas de prevención y control de las emisiones de los procesos de combustión a nivel industrial y vehicular”, señaló el ingeniero.

Tomado de: https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/cientificos-analizaron-durante-un-ano-el-aire-enfermo-de-bogota-articulo-719447

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