Fotografía: larazon.bo
Por: José Vicente Viveros Ocampo
Mercadeo y Comunicaciones
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Junio 5 de 2025
Estudiantes de Ginecología y Obstetricia de la Universidad Libre presentaron una investigación sobre el embarazo adolescente en Colombia, un problema social y de salud pública que, según las investigadoras Angélica María Burbano, Andrea Delgado, Rosse Mary Ramírez y Ana María Serrano, persiste especialmente en menores de 14 años donde suele estar vinculado al abuso o la explotación sexual.
Las investigadoras destacan que, en ese grupo etario el embarazo suele estar vinculado al abuso o la explotación sexual, lo que exige una respuesta urgente por parte de la justicia y los organismos de protección infantil.
El documento informa que, «Con respecto a los factores sociales de acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, 2013), los factores socioculturales que predisponen a un mayor número de embarazos adolescentes son el entorno familiar y escolar, la pobreza, la violencia y abuso sexuales, la ineficiente salud sexual en el sistema educativo y matrimonio en menores de edad; la pobreza es uno de los determinantes con mayor prevalencia en el embarazo adolescente, de tendencia al aumento en los quintiles de riqueza más bajos».
Esta situación, además de impactar la salud de la madre y el recién nacido, también genera deserción escolar y limita el desarrollo social, complica la salud de la madre y del recién nacido, y limita el desarrollo social. Aunque entre 2018 y 2025 las cifras oficiales muestran una leve reducción en las tasas de embarazo adolescente, el impacto estructural sigue presente, sobre todo en zonas rurales.
Fotografía: OPS
En 2023, el DANE registró 4.169 nacimientos en niñas de entre 10 y 14 años y 93.096 en adolescentes de 15 a 19, con una leve disminución respecto a 2022. En 2024, de los 445.011 nacimientos, 66.686 fueron en madres de entre 10 y 19 años (15 % del total nacional). Aunque representa una reducción frente al 16 % de 2023, la cifra sigue siendo preocupante.
El embarazo adolescente agrava las condiciones ya mencionadas al sumar riesgos como complicaciones obstétricas, malformaciones fetales y bajo acceso a controles prenatales, todo ello acentuado por la falta de información y el abandono escolar. entre ellos complicaciones obstétricas, malformaciones fetales y escaso acceso a controles prenatales. Además, muchas adolescentes carecen de información y recursos para vivir una sexualidad responsable, la situación se agrava con el abandono escolar y la exclusión social.
Pese a esfuerzos como el Conpes 147 de 2012, que propende por el desarrollo de programas para la prevención del embarazo no planeado, el aumento de la cobertura y calidad de los servicios de salud sexual y reproductiva y la mejora en los servicios de salud sexual, la respuesta institucional sigue siendo fragmentada. Las investigadoras subrayan la necesidad de un enfoque integral y multisectorial que articule salud, educación, justicia y políticas sociales.
La investigación concluye con un llamado a fortalecer y mantener en el tiempo los programas existentes, y a fomentar la colaboración entre Estado, sociedad civil, instituciones educativas y organizaciones sociales, como compromiso con la infancia y el desarrollo humano del país.