Hace no mucho hubo una caída ‘ generalizada’ de muchos sitios de Internet porque los servicios en la nube de Amazon, de los que dependen muchas empresas, cayeron, haciendo un efecto dominó del que todos deberíamos aprender una lección.
Después estuvo el famoso caso del robo de datos de la PlayStation Network, con el consiguiente ‘ apagón por obras’ del servicio durante un tiempo inaceptable, a mi modo de ver, que causó fuertes pérdidas económicas a muchas empresas que dependen de este servicio. Y, como último ejemplo, también hablamos de la caída de Blogger por un periodo de casi 30 horas (también es mucho tiempo para un servicio tan importante de una empresa tan grande como Google). Entonces, ¿debemos fiarnos de la nube? En mi opinión, sí (pero siendo cuidadosos). Dependiendo de la importancia que tenga una información para nosotros, deberemos plantearnos: La opción de cada uno, requiere un análisis y reflexión personales. Si yo fuera una empresa en Internet y mis ingresos dependieran de que yo estuviera en línea de manera continuada… ¿me conformaría con depender en exclusiva de un proveedor? Como podría ser Amazon, ¿o tendría un plan alternativo por si cae el mío? Como ejemplo de esto fuera de Internet, os pondré uno que me contaron sobre una caída masiva que sufrió la red móvil de Vodafone. Pasó que un técnico hizo un cambio erróneo en una antena que comenzó a propagarse al resto de antenas. Como él sólo tenía un móvil Vodafone, no pudo comunicarse con nadie y el error tardó mucho en detectarse y corregirse. Desde entonces, todos los técnicos llevaron móviles de otras compañías.